viernes, 22 de mayo de 2009

SOPORTE VITAL BÁSICO PEDIÁTRICO Y DEL RECIÉN NACIDO

SOPORTE VITAL BÁSICO PEDIÁTRICO Y DEL RECIÉN NACIDO

ADAPTADO POR

Luz María Cardona Correa

Tecnólogo en Atención Prehospitalaria

Universidad Del Valle

Instructor. SENA Servicios de Salud

Docente Universidad de Antioquia

Las principales causas de muerte en lactantes y niños son: falla respiratoria, síndrome de muerte súbita del lactante, sepsis, enfermedades neurológicas y trauma.

Con el fin de obtener una mejor supervivencia y calidad de vida, el soporte vital básico en pediatría debe hacer parte de un esfuerzo comunitario que incluya prevención, reanimación cerebrocardiopulmonar básica, acceso rápido a los servicios médicos de emergencia y soporte vital avanzado de forma temprana. Estos cuatro elementos son los que conforman la cadena de supervivencia en pediatría. Los tres primeros constituyen el apoyo vital básico. (Figura 1).

Figura 1. Cadena de supervivencia en paciente pediátrico.

La reanimación rápida y efectiva está asociada con un retorno exitoso a la circulación espontánea y la recuperación sin secuelas neurológicas.

SECUENCIA DE REANIMACIÓN BÁSICA EN EL LACTANTE Y EL NIÑO.

Para propósito de estas guías un lactante es el niño menor de 1 año y un niño, es el que se encuentra entre 1 y 8 años de vida. En algunos casos nos podemos extender hasta la pubertad si el niño a quien estamos reanimando no ha comenzada a tener los cambios propios de la adolescencia, comportándose aun como un paciente pediátrico.

Estas guías presentan una secuencias de distintos pasos que frecuentemente se realizan en forma simultánea, especialmente cuando están presentes varios reanimadores.

Seguridad de la víctima y el reanimador.

Antes de iniciar cualquier intervención, siempre debe verificarse que la escena sea segura, tanto para usted como para la víctima. Si es necesario, desplace a la víctima.

Si bien, el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas mientras se proporciona reanimación a una víctima es bajo, no olvide nunca su equipo de bioseguridad.

VERIFIQUE LA RESPUESTA

Figura 2. Contacto con el paciente y MES.

De manera cuidadosa estimule de forma táctil a la víctima y en voz alta pregúntele ¿estás bien? Llame al niño por su nombre si lo conoce.

Evalúe respuesta (movimientos, tos, ruidos). Rápidamente verifique si el niño tiene alguna lesión o necesita asistencia médica. Si es necesario deje al niño, para ir hasta el teléfono más cercano, en algunos casos llévelo consigo y llame al sistema de emergencias. Continúe evaluando la condición del paciente.

Los niños con dificultad respiratoria asumen una posición que les permite mantener la permeabilidad de la vía aérea y optimizar la ventilación.

Si el niño no responde y no se mueve, pida ayuda si está acompañado e inicie reanimación cerebrocardiopulmonar. Si usted está solo, continúe reanimación por 5 ciclos (aproximadamente 2 minutos). Recuerde que un ciclo de reanimación cerebrocardiopulmonar para un solo auxiliador consta de una serie de 30 compresiones por 2 ventilaciones. Luego active el sistema de emergencias (SEM) y solicite un desfibrilador automático externo (DEA). Si usted está solo y el niño no tiene signos de trauma puede llevar al niño consigo hasta el teléfono (si se trata de un lactante o un niño pequeño).

Si un segundo rescatador está presente, deberá activar el sistema de emergencias y conseguir un desfibrilador automático externo (si el niño tiene 1 año o más de edad), mientras que usted continúa la reanimación. Si se sospecha trauma, el segundo rescatador puede ayudarle a estabilizar la columna vertebral. Si el niño debe ser movido por razones de seguridad sostenga la cabeza y el cuerpo para minimizar los movimientos de los mismos.

Posición de la víctima

Si la víctima no responde, asegúrese de que se encuentra en decúbito supino sobre una superficie rígida, como una tabla o el suelo. Si usted debe voltear la víctima, minimice los movimientos de la cabeza y el cuello.

Luego de esta secuencia se aplica el conocido ABCD de la reanimación cerebrocardiopulmonar.

A. Airway

Abra la vía aérea y revise en busca de cuerpo extraño.

B. Breathing

Evalúe la ventilación durante 10 segundos y defina si la víctima está respirando mediante la maniobra MES.

Figura 4. MES.

Si el niño no respira o tiene respiraciones agónicas:

- Mantenga abierta la vía aérea y suministre 5 ventilaciones.

- Asegúrese de que las ventilaciones sean efectivas (se expande el tórax).

- Si el tórax no se expande reposicione la cabeza, asegúrese de hacer un buen sello e intente de nuevo.

- Puede ser necesario mover la cabeza del niño en varias posiciones para obtener permeabilidad de la vía aérea y proporcionar una ventilación efectiva.

En un lactante, use la técnica boca a boca y nariz, en un niño, use la técnica boca a boca.

C. Circulation

Evalúe pulso.

Se debe intentar palpar el pulso (braquial en un lactante y carotideo o femoral en un niño). No tarde más de 10 segundos. Si usted no siente pulso o no está seguro de sentir una onda de pulso dentro de 10 segundos, proceda a realizar compresiones torácicas.

Compresiones torácicas.

Comprima el tercio inferior del esternón por encima de la apófisis xifoides con el “talón de la mano” dominante. Permita que luego de cada compresión, el tórax regrese a su posición inicial ya que la reexpansión del tórax mejora el flujo sanguíneo al interior del corazón.

Las siguientes recomendaciones permitirán que el masaje cardiaco sea más efectivo:

1. Comprima duro: comprima el tórax con la suficiente fuerza como para deprimirlo de un tercio a la mitad de su diámetro antero-posterior.

2. Comprima rápido: comprima a una frecuencia de 100 por minuto.

3. Permita que el tórax regrese a su posición inicial.

4. Minimice las interrupciones entre compresiones torácicas.

En un lactante cuando hay un solo reanimador se debe realizar la técnica de compresiones torácicas con 2 dedos (figura 6) colocados exactamente en la mitad de la línea intermamaria. La técnica de rodear el tórax con las dos manos y comprimir el tórax con los dos pulgares es recomendada cuando hay dos reanimadores presentes (Figura 5). Rodee el tórax del lactante con ambas manos, acomode sus dedos alrededor del tórax y coloque sus pulgares juntos uno sobre el otro o uno al lado del otro, en la mitad inferior del esternón y comprima el tórax. Si usted está solo o el tórax del niño es demasiado grande para ser rodeado por sus manos comprímalo con dos dedos.

Figura 5. Compresión torácica. Figura 6. Compresión torácica.

Para un solo reanimador, un ciclo constará de 30 compresiones torácicas seguidas de dos ventilaciones efectivas con una mínima pausa entre las ventilaciones y las compresiones. Asegúrese de que la vía aérea este permeable antes de dar ventilaciones.

Cuando hay dos reanimadores se permite que uno de ellos se encargue de la vía aérea mientras que el otro realiza las compresiones torácicas con una relación de 30:2.

D. Desfibrilation

Los niños con paro cardiaco súbito presenciado es probable que tengan una fibrilación ventricular o una taquicardia ventricular sin pulso y necesiten reanimación inmediata y rápida desfibrilación.

Muchos desfibriladores externos automáticos (DEA) tienen alta especificidad en reconocer ritmos de paro desfibrilables en el paciente pediátrico y algunos están equipados para disminuir la cantidad de energía entregada para hacerlos útiles en los niños de 1 a 8 años de edad. (2 J Kg-1) sin embargo, aun no hay datos suficientes para hacer una recomendación a favor o en contra de su uso en niños menores de 1 año de edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario